¿Hay un doble dentro de nosotros? Ha sido siempre preocupación grande de Magos y hechiceros la de poder desprenderse de la envoltura física y lanzarse al espacio mientras el cuerpo queda allá abajo en la tierra, inerte o tal vez actuando por su lado, independientemente de ese “espíritu” que se fue
¿Esto es posible? ¿No suena a charlatanería, como en los casos de la habitación que tantos afirman ser ciertos?
Los hindúes aseguran que cuando se está en posesión de las condiciones requeridas, todo ser humano está en disposición de exteriorizar su doble, proyectándolo al lugar que desee.
En la tradición religiosa estos fenómenos reciben el nombre de “bilocaciones”, y son más numerosos de lo que se cree.
El doble de Alfonso de Liguori
Por ejemplo, es famoso el caso de Alfonso de Liguori, que estando encerrado en su celda da Arezo, sufriendo ayuno y penitencia, fue visto en Roma al mismo tiempo charlando animadamente con el Papa Clemente XIV.
El Doctor salavado pos ru Doble
En la noche del 10 mayo de 1933 el doctor Friedlander negociante en obras de arte, al aproximarse a su casa en las orillas del parque inglés de Múnich vio a unos 10 pasos delante de él una figura que, sin lugar a dudas, era la suya propia: era el mismo su “doble”.
Sin miedo alguno y envuelto en su curiosidad, trató de detener a aquel hombre que veía delante de él, pero este hombre pareciera no escucharle en absoluto.
Acto seguido el doctor se detiene atónito por lo que estaba viendo: esta persona idéntica él, estaba haciendo sus mismos movimientos mismos caminados y abría con tal confianza su puerta, tenía las llaves.
Este hombre abre la puerta se pasa sin detener el paso, cierra la puerta como si la persona atrás de él no existiera.
Afuera del doctor dubitativo desiste de perseguirlo al quedar a atónito de ver que cerraba la puerta y al quedar de frente ver en aquel hombre su propia cara.
Lo invadió un sentimiento inexplicable y prefirió no entrar a casa para ver qué pasaba o investigar de qué se trataba tal cosa como verse a él mismo delante de él, así que se dirigió a casa de su amigo Hans Herlin y perplejo le contó todo lo sucedido dudando de él mismo y temiendo haber tenido visiones.
Sin embargo, su amigo Hans le dijo que había hecho bien en no entrar. El doctor pasó la noche en casa de Herlin y a la mañana siguiente los dos se dirigieron juntos a su casa.
Sorprendidos por lo que encontraron
Al entrar todo les pareció absolutamente igual no había señal alguna de que alguien hubiera pisado la casa en ausencia del dueño.
Pero cuando subieron al dormitorio vieron que se había desprendido del techo el estuco, arrastrando un trozo de pesada mampostería que cayó encima de la cama; de haber dormido en esa cama a esas horas ya estaría muerto o gravemente herido.
La extraña e inexplicable visión de la imagen de su doble le salvó la vida.
¿Hay un doble para cada ser humano?
La idea de que nuestro cuerpo está habitado por un segundo yo que en ocasiones puede ser visto como un “doble”, es tan antigua como la humanidad misma.
Tales acontecimientos están profundamente grabados en el alma humana y se ha mantenido hasta hoy la creencia de que el ser humano es un ser de naturaleza doble, material y espiritual a la vez.
Sin negar el fenómeno en sí la ciencia lo explica como una alucinación, como una figuración, como un acontecimiento interior proyectando al exterior.
Sin embargo, la existencia real del doble es para los espiritistas la prueba más concluyente de la supervivencia del hombre a su muerte.
Estos puntos de vista contradictorios han dado pie a una larga controversia, una controversia en la que aún no se dice la última palabra.
¿Existe realmente nuestro doble o se trata tan sólo de una fantasía?
Al respecto hay varios estudiosos psicólogos o parapsicólogos como Hans Herlin, Leo Talamonti o Douglas Hill, que se aventuraron a adentrarse en el mundo de lo sobrenatural para tratar de dar una explicación más allá de los científicos a esto fenómenos.
En sus libros documentan historias asombrosas de pacientes o allegados que atestiguaron este fenómeno al que llaman el doble.
Muchos de estos relatos parecieran más bien hablar de viajes astrales ya que en varios casos mencionan esa imagen de verse desde el techo a ellos mismos acostados o en otros casos vagando entre sus familiares mientras nadie los puede ver y después se ven a ellos mismos que están en un sofá o en la cama enfermos.
Documentan también otros muchos casos, de los que todos conocemos seguramente, de aquellas personas que se ven en algún lugar poco después de que ya murieron. Cientos son las historias de este tipo.
Pruebas de la vida en el más allá
Otro caso muy peculiar es el de un Pastor Protestante el teólogo C. Vogl con un amigo suyo llamado Johannes Illig.
Durante una visita a Göppingen, en marzo de 1943, en ocasión de hallarse ambos hablando de estos fenómenos, el teólogo le hizo a su amigo una proposición le pidió hacer un pacto, comprometiendo al primero que muera de ellos a comunicarse de algún modo con el otro desde el más allá, pero Illig se rehusó a aceptar decía no necesitar de tales pruebas para fortalecer su fe en el más allá.
Desconcertado por la negativa de su amigo, Vogl se despidió de Illig sin insistir más.
Meses después en una mañana del cuatro de noviembre al despertar el Pastor Vogl se encontró pensando en su amigo Illig con extraña intensidad.
Miró el reloj que estaba junto a la cabecera de su cama indicaba las 6:55; el reloj estaba parado.
Al bajar a su cocina se percata que también el reloj de ahí está parado; intrigado recorre la casa para ver el reloj de la sala y después el del cuarto de su hija, ambos parados a las 6:55.
La señal del más allá
Momentos después suena el teléfono y era el hijo de Johannes dando la noticia de que su papá había muerto. No mucho tiempo después se entera de que la hora dictada en su acta de defunción daba las 6:55.
Después de esto Vogl sólo podía dar crédito y explicación pensando que Johannes se había comunicado del más allá dejando congelada la hora de su muerte en todos los relojes de la casa de su amigo.
La controversia sobre la existencia del más allá aún no ha terminado y es muy probable que dure mucho tiempo más
Sin embargo, no debemos olvidar que mucho de lo que la ciencia ha estado negando y combatiendo apasionadamente, ha sido reconocido después, ha tenido que ser admitido.