Aprender a ver el aura de una persona es una tarea que requiere de entrenamiento constante y que con el paso del tiempo se puede perfeccionar. En la sesión anterior aprendimos algunos ejercicios preliminares con el objetivo de hacer más fácil la visualización del campo energético.
En esta ocasión aprenderás varios ejercicios para ver el aura con más claridad y definir mejor los colores del campo áurico.
Ejercicio para ver el aura de otra persona
En primer lugar, requieres ubicarte en una habitación pintada de color blanco o de colores pasteles. Posteriormente te pones de frente a otra persona a una distancia de 2 a 4 metros.
La persona que va a ser objeto del experimento se debe acercar a la pared hasta apoyarse. Tú como observador enfocas tu mirada en el entrecejo de dicha persona y progresivamente comienzas a usar tu mirada periférica.
Mira a la pared detrás de tu amigo y a un par de centímetros de distancia de su cuerpo. No mires a la persona, o perderás la imagen del aura.
En su lugar mira más allá de donde está parado e intenta notar un área alrededor de la persona en la que la pared de fondo podría verse un poco más claro que el resto.
En pocos minutos podrás apreciar una banda que rodea la cabeza de la persona observada.
Por lo regular el color de la banda es cristalina, transparente y uniforme. Esta banda de color está relacionada con el estado emocional de la persona, lo que hace que los colores puedan variar en cuestión de segundos.
Para poder mantener una coloración de forma constante, se requiere que la persona observada mantenga un estado de relajación y calma emocional.
Formas del aura
Una música tranquila puede servir para relajar el ambiente y te puede ayudar a ver el aura con más facilidad. Hay ocasiones en que en lugar de una banda puedes visualizar un resplandor de color cristalino transparente que parece formado por finísimos hilos de luz que salen de la cabeza.
Hay que tener en cuenta que tanto el resplandor como la banda se pueden ver no sólo en la parte de arriba del cuerpo sino bordeándolo totalmente. Incluso con el desarrollo de esta facultad podrás visualizar este efecto delante, atrás y al costado de la persona.
Al empezar puede ser que no logres ver el campo ni el color del aura, pero después de un rato observando a una persona, con el movimiento de nuestros ojos, observaremos el efecto del negativo de la silueta de la persona.
Si logras ver este efecto sigue intentándolo pues es una buena señal de que tu visión aural se está desarrollando.
El aura también puede presentarse en forma de rayos, antenas o chorros. Pueden ser de cualquier color, y con frecuencia pares, saliendo de puntos simétricos.
Cuando salen de los parietales, dan la impresión de antenas. A veces se ve un simple chorro de luz, y en otros casos adquieren la apariencia de rayos.
Asimismo, es posible que puedas observar puntos de luz con apariencia de bombillas, estrellitas o efectos de fuegos artificiales alrededor de la cabeza.
Estos destellos coinciden con momentos de ideas brillantes. Duran desde décimas de segundos, hasta 20 ó 30 segundos.
Lo más probable es que visualices el campo energético completo que se puede apreciar como una bruma etérea brillante de hasta 50 centímetros; es como una masa algodonosa, muy fina y sutil, que presenta cierta variación, dando la apariencia de movimiento.
¿Cuando practicar este ejercicio?
Recuerda que este ejercicio para ver el aura lo debes practicar solo unos pocos minutos al día y evitar el agotamiento pues cada individuo desarrolla esta habilidad a un ritmo diferente.
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