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Energía Corporal, Conoce Su Poder Sanador

¿Sabías que cada molécula del cuerpo humano contiene una pequeña cantidad de energía magnética?

Al existir esta irradiación de energía en los tejidos biológicos se pueden llevar a cabo todos los procesos que realiza nuestro organismo.

Por esta razón, cuando hay un desequilibrio energético, aparecen enfermedades en nuestro cuerpo.

Para entender este poder de sanación energética, debes saber que el organismo humano funciona con electricidad o electrones y que para curar cualquier dolencia se precisa la cantidad correcta de voltaje.

 El diseño de las células requiere para un correcto funcionamiento una tensión eléctrica de menos 20 a menos 25 milivoltios.

Para repararse y curarse las células necesitan un ambiente de menos 50 milivoltios.

Tu cuerpo funciona con bioelectricidad, así que entender mejor cómo funciona puede ser sumamente útil para optimizar tu salud.

https://youtu.be/906WiDE3VAA

La energía estudiada por Jerry Tennan

El pionero en salud natural, el doctor Jerry Tennan, escribió un excelente libro sobre este tema titulado la curación es el voltaje.

De acuerdo con Tennan, el cuerpo humano tiene varios sistemas de baterías principales que hacen que las células funcionen correctamente.

La más grande es la batería muscular, los músculos son piezoeléctricos, es decir, cuando trabajan emiten electrones.

De alguna manera los músculos actúan como baterías recargables, así que mientras se emiten electrones, también los almacenan para recargar esta batería.

Lo único que necesitas hacer es ponerte en movimiento y ejercitarte.

La Energía y las Emociones

Otro factor muy importante que reduce el voltaje en el cuerpo es la acumulación de emociones negativas.

El organismo humano puede almacenar emociones negativas y generar campos magnéticos que dañan las células de tu cuerpo a principios de los ochentas.

El doctor John Zimmerman empezó una serie de estudios sobre el toque terapéutico utilizando un magnetómetro, descubrió que un enorme campo bio magnético pulsante emanaba de las manos de los terapeutas bioenergéticos.

Zimmerman descubrió que los patrones de ondas cerebrales de un practicante de reiki y su paciente se sincronizan en el estado Alfa característico de la relajación profunda y la meditación.

Según este resultado, podríamos suponer que en una sesión de reiki, el practicante induce al receptor a entrar en un estado de relajación similar al suyo.

Zimmerman explica, en las ondas cerebrales no se limitan al cerebro, sino que viajan por todo el cuerpo a través del sistema peri neural.

Las vainas de tejido conectivo que rodean todos los nervios, amplificándose durante el tratamiento.

Estas ondas comienzan como pulsos relativamente débiles en el tálamo del cerebro del practicante y acumulan fuerza a medida que fluyen hacia los nervios periféricos del cuerpo, incluyendo las manos.

Terapias bio energéticas

Por tanto, todo el sistema nervioso actúa como una antena para proyectar las pulsaciones biomagnéticas que comienzan en el cerebro trabajar con la energía corporal es lo que constituye la base fundamental de las terapias bioenergéticas,

Partiendo de la idea de que la energía se puede transmitir de un cuerpo a otro y puede equilibrar su voltaje.

De esta manera, los practicantes bioenergéticos logran establecer el equilibrio en otro organismo y generan bienestar en la persona tratada.

En este sentido, la técnica del Reiki, que aprovecha la energía electromagnética producida por distintos órganos del cuerpo y la dirige hacia las zonas afectadas del cuerpo del paciente.

Las frecuencias de energía transmitida para la reparación de tejidos se encuentran dentro de un rango biológico extremadamente bajo, conocido como frecuencia extremadamente baja.

Así, una frecuencia de 2 ciclos por segundo es efectiva para la regeneración de nervios, una frecuencia de 7 ejercicios.

Ayuda al crecimiento óseo la frecuencia de 10 ejercicios se aplica a ligamentos y las frecuencias un poco más altas regeneran la piel y los capilares.

También existen otras disciplinas como el qgong, de la que se tienen noticias desde hace más de 4700 años y que se basa en el movimiento lento del cuerpo, coordinado con la respiración y la concentración, y que también ayuda a equilibrar el voltaje de las células afectadas por emociones negativas.