El hombre moderno, orgulloso del enorme adelanto de los conocimientos médicos que le han permitido dominar muchas de las pestes y enfermedades que desde siempre lo azotaban, se niega a admitir que la humanidad pueda haber descubierto técnicas avanzadas, poderosos medios de acción sobre la naturaleza y la vida, antes de la aparición de la medicina moderna.
Los brujos y curanderos primitivos atribuían las enfermedades a la influencia de los malos espíritus; los médicos modernos en cambio, mediante el método experimental descubrieron que son de origen material.
Sin embargo, cada vez con mayor frecuencia, los arqueólogos e investigadores de pueblos y culturas primitivas, se encuentran con vestigios de técnicas y conocimientos que no logran explicarse…
Por ejemplo, en 1956 una expedición arqueológica al Valle de los Reyes en Egipto, hizo un descubrimiento que da mucho que pensar.
Encontraron algo muy llamativo en unas momias, éstas tenían puentes y dientes artificiales dignos de rivalizar con el mejor trabajo de un dentista moderno, esto revolucionó todas las ideas sobre el antiguo Egipto.
Un examen más detenido reveló que la perforación y limpieza de las caries había sido hecha por hombres que conocían perfectamente la estructura anatómica de los dientes.
Por otra parte, los adhesivos empleados en las curaciones eran tan perfectos, que 3000 años después siguen intactos…
¿Cómo alcanzaron los egipcios tan consumada maestría en esta rama de la medicina?
¿Acaso también practicaban el método experimental de la ciencia moderna?
¿O tal vez sus conocimientos les llegaron de alguna otra fuente?
En Campeche el historiador Kurt Elliot, descubrió también calaveras mayas con coronas y curaciones dentales demostrando así que también entre los pueblos prehispánicos existieron conocimientos médicos muy desarrollados.
A raíz de este hallazgo el doctor Elliot dijo: “no debemos seguir considerando nulas las enseñanzas de las civilizaciones del pasado ya que todo demuestra que hay en ellas secretos que aún no conocemos”
El doctor Elliot intentó persuadir a laboratorios farmacéuticos que le patrocinaran una expedición médica del Perú, para obtener enseñanzas sobre la medicina antigua, pero esto no rindió fruto.
A pesar de los muy numerosos y bien documentados datos el doctor lo presentó a la mesa directiva de estos laboratorios, los directores se obstinaron en su negativa.
Para sostener sus puntos de vista, el doctor Elliot hizo un bosquejo de los descubrimientos que hay hasta la fecha sobre el adelanto de la medicina entre los pueblos antiguos.
Y aunque no logró convencer a sus patrocinadores, nosotros pensamos que su recopilación merece ser conocida para que nuevas generaciones podamos discernir si valía la pena o no su investigación.
LA MEDICINA EN LA ANTIGÜEDAD… ¿UNA CIENCIA SUPERIOR A LA NUESTRA?
En 1947, el descubrimiento de diversas calaveras de alrededor de 2500 años de antigüedad, encontradas en los alrededores de Cuzco y nazca, el mundo científico tuvo que reconocer un hecho sensacional:
Los cirujanos preincaicos conocían las técnicas más modernas de la trepanación y cirugía cerebral. Muchas de las calaveras desenterradas tenían injertadas placas metálicas perfectamente ajustadas que delataban el alto nivel de las técnicas quirúrgicas de estos supuestos “primitivos”
Hay que tomar en cuenta que los únicos instrumentos quirúrgicos de los que podían disponer, estaban hechos de obsidiana labrada y bronce…
Se sabe que los incas, por ejemplo, también eran capaces de amputar con éxito brazos o piernas gangrenadas o infectadas.
Los cirujanos del antiguo Perú utilizaban Gaza para vendar las heridas y cocaína para anestesiar a los pacientes.
Esto demuestra que, en su momento, la medicina Inca era enormemente superior a la europea, que en aquel entonces desconocía por completo el empleo de la anestesia.
Y además utilizaban medicinas como la quinina, la cocaína y la belladona, mucho antes de que fueran descubiertas en Europa.
Existe un papiro egipcio de la onceava dinastía que habla de un hongo que crece en las aguas estancadas y que sirve para el tratamiento de las heridas y otras infecciones y dicho hongo es el mismo del que actualmente extraemos nuestras modernas penicilinas… así es, penicilina 4000 años antes de que Fleming la redescubriera.
La Importancia de las plantas
L os griegos como los chinos empleaban la raíz de soya y otras plantas con poderes antibióticos para combatir toda clase de inflamaciones e infecciones.
Los médicos de los faraones lograron entender muchos mecanismos fisiológicos que la ciencia occidental tardó siglos en redescubrir.
Por ejemplo, el papiro Smith contiene 48 casos clínicos en los que queda patente que entendían la relación entre el sistema nervioso y el movimiento muscular, y a través de ello explicaban la parálisis.
Hace apenas 3 siglos, Miguel Servet fue condenado a la hoguera por haber sostenido las mismas tesis sobre la circulación de la sangre, que fueron conocidas por los egipcios 3000 años antes.
En Europa occidental, la edad media rebajó la medicina a la categoría de magia.
Aparte de los conocimientos que heredó de los egipcios, Hipócrates recibió una fuerte influencia de la ciencia hindú, la que, tal y como lo demuestran sus métodos y teorías yogas, conocía el metabolismo, el sistema nervioso y circulatorio, y tenía ciertas nociones sobre la genética y la transmisión de caracteres por la herencia.
La medicina en la antigüedad fue practicada casi exclusivamente por sacerdotes, quienes por su sentido religioso de la vida, procuraron curar los males del alma antes que los del cuerpo.
Una enseñanza para el futuro
Es probable que, si empiezan a examinarse en serio las recetas de la hechicería de la edad media, se obtengan resultados sensacionales.
Muchos más son hoy en día los hallazgos de este tipo.
La humanidad ha sobrevivido a cientos de enfermedades sin la tecnología moderna, y en muchos casos sin intervenciones de terceros si se contaba con el dominio interno y de la mente.
Pero hoy pareciera que nos quieren convencer que sólo los fármacos modernos son capaces de curarnos.
¿Podemos mirar solamente hacia el futuro?
¿realmente no tiene ya el pasado nada que enseñarnos?
Cuéntanos, tú ¿qué piensas?